La frustración, rutina para gestionar esta emoción.

La frustración es un sentimiento de impotencia, una respuesta emocional que emerge cuando ciertos deseos y expectativas no pueden ser cumplidos. Junto con la ira, la frustración es una de las emociones humanas más comunes, que si no aprendemos cómo manejarla y eventualmente superarla, acarrea como consecuencia un sentimiento estable de decepción.
Es necesario comprender que pasar por una situación frustrante no significa fracaso alguno, y que desarrollar una tolerancia a la frustración envuelve un proceso de aprendizaje que se inicia desde la infancia misma y nunca se acaba.
Nuestro ritual para esta semana:
Calma tu mente centrándote en el presente, en el aquí y ahora. Puede ayudarte centrarte en tu respiración, prestar atención a lo que te rodea: por ejemplo el calor del sol en tu cara, el canto de los pájaros de tu jardín, el tacto de un jersey agradable o el perfume de ese incienso que pones cada día en tu salón.
Aprecia lo que tienes. A menudo dejamos que pesen los problemas y prestamos poca atención a las cosas buenas que tenemos, que el cerebro da por “normales”, pero que en realidad son beneficiosas, como no tener hambre, tener un hogar confortable, agua potable, acceso a internet, amigos o familiares…Dedica un par de minutos a sentir agradecimiento por lo que tienes ahora.
Ahora que tu mente está más tranquila y más positiva, y tienes una perspectiva más amplia es el momento de pensar en eso que te frustra, y de decidir qué pequeño paso puedes dar para mejorar esa situación. Recuerda hacerte estas tres preguntas fundamentales: ¿Qué tengo que mejorar? ¿Qué tengo que aprender? ¿Qué tengo que hacer diferente?
Seguramente el sentimiento de frustración desaparezca y le de paso a visualizar el camino para resolver la situación que te genera esta emoción.
Y tú ¿Qué tendrías que hacer diferente para dejar atrás la frustración?
#Frustración #InteligenciaEmocional #GestiónEmociones #Emoción