Rutina para gestionar la ira

Cada emoción tiene sus consecuencias y deja huella en nuestro cuerpo. Por eso cuando sientes una emoción negativa hacia alguien como enojo o resentimiento, eres tú el que padece los efectos negativos de esa emoción.
Una forma de gestionar por ejemplo la rabia es usar un antídoto como una afirmación de perdón que nos servirá para expresar y dejar ir de alguna manera esta emoción que tanto daño nos hace.
No hace falta que creas en esta estrategia para hacerla: simplemente prueba, ya que estarás dando un mensaje sutil a tu mente, sobre todo a tu mente inconsciente.
Nuestra rutina para gestionar la ira:
Imagina a la persona, organización, empresa o cualquier entidad vinculada a tu pasado o a tu presente con la que te sientes enfadado.
Di en tu interior que perdonas a esa persona o grupo. Podrías expresarlo así: “Te/os perdono completamente. Este problema está resuelto para mí. Lo hago desde el corazón y estoy en paz”
Haz esto varias veces al día, preferiblemente cuando estés relajado. Hazlo cada vez que tengas un problema con alguien y observa poco a poco cómo va cambiando tu emoción.
El perdón es bueno para el cuerpo, para la mente y para las relaciones personales. Esto debería servir para convencernos que es mucho mejor dejar ir el enfado y perdonar.