Rutina para acabar con las comparaciones desafortunadas

A que en muchos momentos te encuentras estropeando tu felicidad con comparaciones sobre lo que era mejor en el pasado, lo que hubieras podido lograr y no has conseguido y los que han tenido más o menos éxitos que tu.
Un estudio realizado sobre los podios olímpicos revela que los medallistas de bronce parecen más felices que los de plata, debido a que los segundos se comparan con los primeros y se sienten frustrados por no haberlo logrado, sin embargo, los terceros están simplemente contentos de haber subido al podio.
Nuestra rutina para terminar con estas comparaciones:
Hazlo todo lo mejor que puedas, sin preocuparte de lo que hagan o piensen los demás. Y cuando el diablillo de las comparaciones se meta en tus pensamientos expúlsalo sin contemplaciones! Pronuncia en voz alta siempre que te sea posible “NO” o “STOP”.
También puedes cambiar el punto de vista y compararte con personas menos afortunadas que tú, por ejemplo “Quizás yo no gano tanto como X, pero tengo trabajo que me permite vivir dignamente”
Una comparación hace daño al igual que una herida física. Si hay más comparaciones, habrá más daño emocional y psicológico. Por eso, tenlo presente para no hacerte daño a ti mismo, busca ese vaso medio lleno en ti, busca en tus cualidades y logros, aprende a valorarte.